viernes, 13 de agosto de 2010

Reseña: The Crazies



THE CRAZIES… hablar de cómo ciertos accidentes naturales y/o provocados pueden acabar con poblaciones enteras. Porqué, por desgracia, y como casi siempre, la realidad supera siempre la ficción; y si no acuerdence de las pruebas atómicas en Nuevo Mexico (que sirvió de inspiración para Las Colinas Tienen Ojos), o el hecho de que desde el espacio se puede ver el fulgor de los miles de desechos radioactivos… y eso sólo centrándonos, y por encima, en los EEUU. Estos son el tipo de datos que hacen que una película como esta tengan un cierto punto de terrorífica credibilidad.

El director BRECK EISNER no tenía demasiada experiencia que digamos en este tipo de películas. En su CV constan un par de producciones televisivas. Ahora mismo se encuentra preparando otro remake, el de FLASH GORDON. Digo otro remake porque The Crazies, está basada en la obra homonimade George A. Romero, que no he visto, con lo cual no voy a hacer comparaciones.

La BSO de Mark Isham y la fotografía de Maxime Alexandre (este último habitual de Alexandre Ajá) ayudan a crear una atmósfera que pasa del tranquilo ruralismo de un pueblo cualquiera, a la opresión y el despliegue visual del “Plan de Contención” y sus consecuencias.

En cuanto a los actores no hay ninguna queja: Timothy Oliphant en su nivel habitual, es decir bueno, a Radha Mitchell es un placer verla en pantalla y entre los secundarios destacaría al desconocido, para mi, Joe Anderson como el leal ayudante del sheriff. No olvidarnos del homenaje al original con la breve inclusión de Lynn Lowry (actriz de la original de Romero) en un Cameo bastante surrealista.

Ogden Marsh es uno de esos pueblos norteamericanos en los que nunca pasa nada, tan pequeño que todo el mundo se conoce, todos van al partido de la liga regional de baseball, etc. Tan aburrido que el Sheriff (Olyphant) y su ayudante (Anderson) no suelen tener más problemas que controlar que los cazadores borrachos no se peguen un tiro en el pie, o decirle al hippy local que esconda un poquito más sus “plantas“. Por eso, cuando en mitad del primer partido de la liga aparece el borracho oficial del pueblo con una escopeta nadie se lo puede creer, y menos cuando todo el mundo ve que el Sheriff le tiene que pegar un tiro, en defensa propia, entonces algo comienza a perturbar pueblo en el que viven. Aún más cuando uno de los granjeros locales, querido y respetado por todos, le prende fuego a su casa, con la familia dentro, y se confirma que el borracho ha dado 0,0% de alcohol en la sangre. Evidentemente el sheriff y el resto de su equipo, se dan cuenta de que algo no va bien en el pueblo, pero no tienen ni la menor idea de qué puede ser, hasta que unos cazadores se encuentran con un paracaidista muerto en un pantano y eso le lleva a las autoridades a encontrarse con un avión accidentado y sumergido en uno de los ríos que abastece de agua al pueblo.

En ese mismo momento da inicio el citado “Plan de Contención”, que significa que un montón de soldados protegidos con trajes anti-todo y armados toman el pueblo, seleccionan a los sanos, separan a los que tienen fiebre y matan a cualquiera que no obedezca las órdenes. Y como es de suponer, todo se va al carajo y los infectados toman el pueblo. A partir de aquí el hilo argumental se centra en la supervivencia del Sheriff y su mujer embarazada, su ayudante y una empleada de la mujer. Y la película comienza a perder cierta entidad, dejándose llevar más por los fuegos artificiales que por la historia en sí.

Tengo que reconocer que los primeros 40 minutos de la película son absolutamente frenéticos y muy impactantes, con un ritmo vertiginoso que te impide apartar la vista de la pantalla; de hecho, si la película hubiese conseguido mantener este nivel sería genial, pero por desgracia no es así. El director se deja llevar por la pirotecnia y las coincidencias imposibles, fruto de un guión no demasiado pulido, haciendo que parezcan dos películas en una. Y esto la desvirtúa bastante, especialmente en el último tramo en el que todo va a la carrera y nos demuestran que el sheriff y su mujer (embarazada) son más duros de matar que John McClane en las 4 Die Hard juntas.

Aún así merece la pena verla para pasar un rato entretenido, disfrutar de ciertas escenas sorprendentemente crueles y gore. Buena opción para ver algo que te entretenga.

Lo Mejor: Los primeros 45 minutos

Lo Peor: Que en el segundo tramo del film se ponga lento y el ritmo se valla perdiendo.

Nota : 87/100

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