martes, 30 de marzo de 2010

Reseña: ZombieLand

Después de mucho tiempo… me acorde y tuve el tiempo que requiere hacer una reseña para dedicarle un espacio a ZombieLand, la cual lejos se lo merece.

ZombieLand es una película de la cual su genero rara ves es presentadas en salas de cine, con la excepción de q sea dirigida por algún director reconocido (Romero) uh producción de otros países en las cuales ha ganado festivales en los que se presente.

Columbus, un escuálido universitario con cara de pasar hambre (sexualmente hablando), ha logrado sobrevivir al Apocalipsis zombi gracias a una serie de reglas que cumple con exhaustivo rigor.

En la secuencia inicial de ZombieLand, la voz en off del propio Columbus nos informa de cuáles son las más importantes de dichas reglas, mientras en pantalla observamos las delirantes consecuencias que para algunas víctimas tiene el no seguir diligentemente las mismas. Una secuencia de apertura simplemente genial, extraordinaria, y que marcará, en cierto modo, el estilo y el tono de ZombieLand.


La película de Ruben Fleischer, director de ZombieLand, es pura diversión.
Humor, acción, romance juvenil y zombis (por este orden). Sin embargo tampoco hay que dejarse engañar. La historia que subyace en ZombieLand no cuenta absolutamente nada que no conozcamos ya o que implique una mínima innovación dentro del subgénero zombi: una típica epopeya de cuatro supervivientes deambulando de un sitio a otro con la vaga esperanza de encontrar un paraíso libre de zombis.

A partir de aquí cabe preguntarse por aquellos elementos que logran hacer de ZombieLand un entretenimiento de primer orden y apto para prácticamente todos los públicos.
En primer lugar cabe destacar el diseño de los personajes. Especialmente la extraordinaria química que surge entre dos personajes tan antagónicos y contrapuestos como son el de Tallahassee (Woody Harrelson), un tipo duro, armado hasta los dientes, que lo ha perdido absolutamente todo (atención al juego de flashbacks que involucran al personaje) y que centra todos sus esfuerzos en destrozar cráneos de zombis y buscar, desesperadamente, una muestra intacta y no caducada de su dulce favorito; y el propio Columbus (Jesse Eisenberg), un tierno y solitario antihéroe que sobrevive gracias a su ingenio y a una visión ciertamente pragmática de lo que significa el apocalipsis zombi.
El encuentro y la posterior relación que surge entre ambos dan el pie a algunas de las situaciones y diálogos más divertidos, e incluso hilarantes, de ZombieLand.


Por otro lado tenemos a Wichita (Emma Stone) y Little Rock (una Abigail Breslin a la que supongo que muchos recordaréis como la dulce protagonista de Little Miss Sunshine), dos hermanas que se las arreglan perfectamente entre tanto devorador de carne humana y superviviente sin escrúpulos.Wichita es también la encargada de aportar el elemento romántico a la historia, estableciéndose entre ella y Columbus.

Otro de los aspectos a destacar en ZombieLand es su caracter visual. Su excelente fotografía, la magnífica recreación de las calles de Los Ángeles devastadas a consecuencia del Apocalipsis zombie, el fabuloso diseño de los zombis, la ejecución de las secuencias de acción, e incluso unos efectos gore que, sin perder de vista que estamos ante una comedia pretendidamente comercial (y no hay nada de despectivo en este último comentario), resultan absolutamente efectivos y lo suficientemente explícitos cómo para arrancar alguna risa.


Un último aspecto que mencionar es su frenético ritmo. Zombieland en todo momento es conocedor de su estatus de honesto entretenimiento cuyo único objetivo es hacernos pasar unos ajustados (y acertados porque no) 88 minutos de irresistible diversión; razón por la cual Fleischer tiene muy claro que el ritmo no puede decaer en ningún momento. A cada secuencia de acción le sigue un diálogo gracioso, a cada diálogo con gracia le sigue la irrupción repentina de un zombi hambriento, a cada zombi hambriento le sigue alguna divertidísima payasada de Tallahassee (Woody Harrelson), alguna ocurrencia de Columbus (Jesse Eisenberg), o incluso un jugoso cameo que no conviene desvelar; y así hasta llegar al final y darnos cuenta de que apenas ha habido espacio para que el aburrimiento asome su temida cabecita en ZombieLand.

(el tercio final de Zombieland demuestra que es recomendable saltarse las reglas de vez en cuando).


Divertida de principio a fin, y con una acción y ritmo trepidantes que la convierten en un excelente espectáculo apto para todo tipo de público (no solamente el público devoto del cine de zombis).



Lo Mejor: Entretenimiento zombi


Lo Peor: Lo poco que dura, algunas instancias en el transcurso del viaje...ningun guionista es perfecto.


Nota: 88/100


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